Jackson acusa a Tommy Mottola
Las declaraciones del cantante Michael Jackson acusando a la industria discográfica de racismo hacia los intérpretes de las minorías, especialmente los negros, han desatado una ola de controversia en Estados Unidos.
Jackson afirmó el sábado en un acto celebrado en Nueva York que "las compañías de discos conspiran de verdad contra los artistas. Roban, engañan, hacen todo lo que pueden", y apuntó que esa actitud es aún más fuerte "contra los artistas negros".
Las acusaciones fueron aún más fuertes para el presidente de su propia compañía discográfica Sony, Tommy Mottola, con quien está enfrentado desde hace tiempo. Jackson dijo que Mottola "es un racista, es muy, muy malvado". Estas duras palabras llegaron en un acto organizado por una asociación lanzada por el activista negro neoyorquino Al Sharpton para investigar si las compañías de discos abusan económicamente de los artistas.
Jackson citó entre las víctimas a Sammy Davis Jr., de quien dijo que murió arruinado, y también a intérpretes actuales, como Mariah Carey o James Brown.
Las críticas de Jackson fueron acogidas fríamente por Sony, que las calificó en un comunicado de "absurdas y rencorosas". Las palabras de Jackson han sido interpretadas como una reacción a las decepcionantes ventas de su último disco, "Invincible", producido precisamente por Sony, mientras que algunos de los admiradores del cantante culpan a la compañía por no haber promocionado más a fondo el álbum.
Sony, que asegura que invirtió 25 millones de dólares en promocionar "Invincible", lamentó que Jackson lanzara "un feo ataque contra un ejecutivo (Mottola) que ha promocionado su carrera en los últimos años". Líderes civiles afroamericanos defendieron en Nueva York a Tommy Mottola, el presidente de Sony Music y esposo de la artista mexicana Thalía, de la campaña de ataques lanzada contra él por Michael Jackson.
Otros miembros prominentes de la comunidad afroamericana y de la industria musical de Estados Unidos criticaron también la postura del llamado "rey del pop", a quien acusaron de buscar publicidad a toda costa para compensar el fracaso de su disco más reciente.
Jackson, quien es conocido por su aversión a aparecer demasiado en público, se montó en un autobús el sábado y por distintas partes de la isla de Manhattan propinó ataques verbales a Mottola y Sony Records, acompañado de pancartas con el rostro del empresario.
Antes de su recorrido por la ciudad, Jackson intervino en un foro que Sharpton -iniciador de una coalición para la defensa de intereses financieros de artistas afroamericanos- encabezaba. Súbitamente Jackson dio un sonado beso al líder afroamericano y comenzó a fustigar a Mottola y a la industria disquera en general. Jackson dijo que Mottola "es un racista" y un ser "diabólico", que se ha referido a artistas afroamericanos como "negros". "Es ridículo llamar racista a Tommy Mottola, es uno de los mayores promotores de la música de artistas afroamericanos que conozco", dijo Steve Stout, productor musical de varios cantantes.
Otro productor, Courey Rooney, quien ha trabajado con artistas como Jennifer López o Marc Anthony, indicó que Jackson "está usando la carta de racismo como último recurso por estar frustrado de que su más reciente gran proyecto no funcionó".